sábado, 27 de septiembre de 2008

Los beneficios del merchandaisin

Cuando el merchandaisin hace de las suyas, las grandes superficies invierten algo en ello. Por que es un reclamo chachi para mezclar con las marcas blancas. Por éso un gato se está volviendo adicta a darse un garbeíto de cuando en cuando por el Alcampo. ¿Por qué? Pues porque ha encontrado prendas guachinpein a precios estupendos.

Hace un par de meses se compró una camiseta con gorra de Supermán. Es de niño, sin mangas, pero mola mil.

Pero hoy se ha comprado... ¡¡¡Tachán!!! ¡¡¡un pijama de Eppídemman!!! Eppídemman siempre ha sido el superhérue favorito de un gato. Tiene unos movimientos tan chachis agarrándose a las paredes...!


Pues ha conseguido el pijama de manga larga y pantalón por el módico precio de 5,95 €.

Pero mirad,¡¡ si es que mola hasta la etiqueta!! Es la talla 16 años. Juas, en cada pata. Aunque cabría en una 14.

Y pensar que hace mil años no existían las camisetas de Eppídemman, que un gato quería comprarse una y no existían ni en Avanti... y entonces lo de internet ni de coña. Así que un gato agarró los acrílicos y se pintó una. Un momento. Creo que existen pruebas...


Ahá!! De cuando las fotos no eran digitales y no se podían ir a tomar por culo en un disco duro externo roto!!! ¡¡De las de papel de foto de toda la vida!!


Lo malo es que mamá de Chershire tenía la manía de lavar la ropa (con lo bonita que quedaba con sus manchas y sus muestras orgánicas de la edad...) y como era acrílico... la jodió.

Pues éso amigos, hay que pasearse por el textil de Alcampo; en la zona de niños puedes conseguir monerías y frikadas (y los niños de hoy son grandes, y la talla 16 admite a bastante gente adulta) . También hay prendas básicas de precios muy decentes. En mi trabajo, una camiseta in Extenso de 5 euros ha recibido el halago de "elegante". Todo es cuestión de combinar con gracia, mortadelos...

Repetid conmigo: cada día algo mejor, la vida en el campo.

martes, 23 de septiembre de 2008

Curso básico de supervivencia en mercados (II)

Lesson tú: Primera visita

Hola queridos mortadelos, en este capítulo vamos a establecer contacto con este territorio hostil. En las primeras visitas al mercado es VITAL recurrir al método de ensayo y error. Esto es que hay que probar el género de varios puestos, comparar precios...

Recuerda vestirte adecuadamente, según la aprendido en el capítulo 1 de este manual.

La técnica que vamos a practicar esta semana es "la empatía con tus nuevos amigos del mercado". Si el mercado es pequeño esta técnica funciona mejor y te sirve para relacionarte con otros seres humanos (oh, oh, y no están en interneeeeet, están en el mundo real).

En tus primeras visitas intenta enterarte del nombre de los vendedores de los puestos que más te motiven. Puedes empezar tu investigación situándote en la cola*, cerca de alguna señora mercadillera de pro. Si no sabes cómo reconocer al cliente habitual, pasa a la lesso uan.

Normalmente la mercadillera de pro sabe el nombre de su frutero, carnicero, pollero, pescadera y además las enfermedades de su suegra, pregunta por las notas de los niños y comenta la actualidad con sus proveedores de víveres y siempre pide "un descuentillo". No intentes esto todavía. Primero aprende sus nombres y cuando empiecen a reconocerte (lo sabrás), segura que se portan bien contigo (y no te ponen los malacatones picaos), son enrollaos.

Para afianzar conceptos, practicaremos en nuestro mercado favorito la técnica empática.

*La cola en el mercado NO es una fila india. Es una pelotera perfectamente organizada. La contraseña para entrar en tan arcana cola es "¿Quién da la vez?" o en otros mercados "¿El último?" Otra pregunta para establecer contacto es ¿va por números?, aunque, según apuntan estudios recientes, no es recomendable, ya que demuestra ignorancia del entorno y quizá una miopía galopante, alejándote de las ofertas.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Blog de altos vuelos

Un gato fue a Graná en avión, y en un tebeo que había en el asiento delantero se encontró con ésto:


En efecto, es un fan nuestro. Este señor ya lee Mortadela de Luxe y se sabe apretar el cinturón. ¿Y tú?