lunes, 24 de noviembre de 2008

¿La crisis o el huevo?

¿Qué fue primero? ¿La crisis, el huevo o la madre del cordero?

Esther nos ha mandado amablemente la respuesta a todas nuestras cuitas pecunarias (a través del blog de Joaquin Leguina, que recoge el ya mítico texto de Leopoldo Abadía, así que me voy a la primera fuente, si no te importa ;-D). Y no, la respuesta no es 42. El abuelete matemático más salado, Leopoldo Abadía, dice que esta crisis "es culpa de una cuadrilla de sinvergüenzas y de estúpidos".

Abadía derrocha sentido común y sencillez que es justo lo que ha faltado en estos años de boom, de credit cash, de crunch credit, de Lehman Broders y demás. Yo auguro revueltas sociales, aunque a esta conclusión llegué el sábado por la noche tras mi tercera copa de tinto y sí, ya estaba un poco pedete. Pero me cuesta creer que nos quedaremos sentados mientras nos congelan sueldos, nos recortan salarios, nos suben la luz y el alquiler, nos quitan lo poco que tenemos para que los mamelucos de los directivos de empresas quebradas como Lehman y compañía se llevan millones de euros por haber hecho mal su trabajo.

Este artículo me dejó ayer un poco triste pero algo de verdad hay en él cuando tenemos la sensación de que somos más pobres que antes. Y me pregunto si seremos nosotros la generación que cuando hable a sus nietos les diga: "En mis tiempos sí que pasábamos hambre", como hicieron nuestros abuelos con nosotros. Como si la historia fuera un círculo, y a nosotros nos tocara la parte chunga, en la que pasamos de los felices años 20 a comer mierda.

Joder, que manera de afrontar el lunes...

jueves, 20 de noviembre de 2008

Consejos guapiles, by Quelitas

Quelitas es una buena chica y nos manda un mail (sí, sí, mortadeladeluxe@gmail.com) donde ofrece más propuestas para parecer la Chífer invirtiendo el presupuesto mensual de la Esteban en libros: es decir, nada.

Consejo número 1 de Quelitas:
Las exfoliaciones corporales con posos de café que además sirve para evitar que se atasque la tubería.
Una duda me surje, Quelitas, ¿los posos del café ya hecho o sin hacer? Y no se olvide, nenas, que también puedes leer tu futuro. Guau, es todo un 3x1!!!

Consejo número 2 de quelitas:
Las exfoliaciones faciales con azúcar moreno mezclado con aceite de oliva
Mira, ese me lo apunto y me lo hago ahora mismo.

Consejo número 3:
Las mascarillas capilares de aceite de oliva caliente para el cabello seco.
Chachi. Un consejo by Perli: ni se os ocurra compraros las mascarillas de la marca blanca del Eroski. Son tan malas que te queda el pelo más suave limpiándolo con Mistol.

Consejo número 4:
Las mascarillas de clara de huevo para el pelo quebradizo.
Apuntaico queda.

Y después de los apuntes de Quelitas, me rio yo del pelo pantén prouve, ja!

De paso, Quelitas nos echa la bronca: "Pd: soy fan de Mortadela deluxe pero se actualiza menos de lo que me gustaría". Bueno, no sólo no actualizamos, ¡es que ni leemos el correo! Porque sus consejos vienen de un mail del 15 de octubre y yo ni me acordaba de la contraseña. Desde Mortadela pedimos mil perdones, prometemos actualizar más y como acto de contricción copiaremos mil veces: La crisis aprieta pero no ahoga.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Especial desincrustación

Queridos mortadelos:

A propósito de mi mudanza, ha surgido una cuestión a resolver cuando nos encontramos con el problema de los productos limpiadores.

Busca las N diferencias entre estas dos fotografías:

No he advertido sobre no comer o beber mirando esta fotografía. Si lo estabas haciendo, perdón... toma un clinex...

Entre estas dos fotos hay un par de semanas de diferencia. Además de los productos propios de limpieza de los que hablaremos en breve, han intervenido una espátula y material de juntas impermeable (que me ha quedado divino... dame unos polvos para mezclar con agua y verás que contenta me pongo...). Pero vamos al lío:

Cuando estéis en el pasillo de los productos limpiadores del supermercado os encontraréis en un mar de dudas: habrá un montón de botes con colores imposibles y etiquetas muy brillantes. Os prometerán quitar cementos, desengrasar hornos, desincrustar baños, e incluso os dirán: magia multiusos, esto lo quita todo, todo y todo lo que quieras imaginar.

Pero la magia, queridos, es para los niños. A la hora de la verdad te gastas un bote enterito de esos desincrustadores en un horno y la grasa se te ríe en la cara.

Un gato ha dejado la casa entera como los chorros del oro usando:

- Mistol (lavavajillas a mano, da igual la marca)
- Lejía
- Amoniaco
- Limpiador de baño
- Salfumant
- Antical

Mistol:

No es solo lavavajillas, también sirve de base jabonosa para la limpieza en el resto de la casa. La dosis son unas gotas en un barreñito con agua...

Coste: medio.

Lejía:

La legía es hipoclorito. El cloro mata bichos. Ergo la lejía mata y desinfecta nuestro hogar. Amemos a la lejía. Usémosla con guantes, éso sí, pero usémosla de cuando en cuando en nuestro baño y en la cocina, los dos sitios donde la higiene debe ser tal que se pueda comer en ellos. La lejía limpia nuestras balletas de la cocina babosas. Mejor enjuagarlas y escurrirlas siempre, pero aún así de cuando en cuando necesitan limpieza extra y la lejía las deja desinfectaditas. De mi época de inspectores de sanidad aprendí que más vale sucio y seco que limpio y mojado... la humedad siempre es caldo de cultivo de bacterias. A menos que el líquido en cuestión sea biocida, como lo es la lejía. Pensad además que cuando el cloro se combina con materia orgánica queda anulado y huele fatal. Si cuando usáis lejía huele muy fuerte... ya sabréis por qué es. Del mismo modo que cuando una piscina huele mucho a cloro, no está muy limpia... está muy sucia: el cloro no está desinfectando, está combinado y éso lo hace más irritante aún para la piel y los ojos.

Coste: muy barato.

Amoniaco:

El amoniaco es el desengrasante por excelencia. Olvidaos de todos los limpiahornos y desincrustantes por los que os van a pedir una pasta: amoniaco. Tiene el problema del olor, es fuerte, pero quizá conviene, como con el salfumant, dejarlo actuar y volver luego. Por ejemplo, para limpiar los fuegos de la cocina y los hierros, aún estando pegados (esa costra requemada que parece del propio hierro ya, que está soldada) basta con llenar la pila de agua muy caliente, un chorreón de mistol y otro más generoso de amoniaco. Si están muy muy sucios, echad como una cuarta parte del bote de amoniaco. Dejad sumergidos los fogones y los hierros. En diez minutos o un cuarto de hora, las nanas y el estropajo verde os decubrirán con más facilidad de la que os pensáis que había unos fogones, quizá plateados, quizá dorados, bajo aquella capa de mierda quemada. Es asombroso.

Para limpiar las baldosas de la cocina, la campana extractora y elementos que se engrasen mucho, podéis preparar un barreño con agua caliente, amoniaco y un poco de mistol. Dejará las superficies desengrasadas, y quedarán bién al secarlas.

El amoniaco es también el mejor limpiacristales. En un barreño con agua hay que echar unas gotitas de mistol y un chorreón de amoniaco. Con una balleta sumergida en la dilución se friega el cristal, y después, secándolos con un paño seco, quedan perfectos.

Pensad que si hace éso con la grasa de la cocina, lo mismo hace con vuestra piel... guantes, mortadelos, guantes. Que luego las manos duelen: os lo dice una borrica.

Coste: muy barato.

Limpiador de baño:

El limpiador de baño es básicamente jabón, pero me gusta usar uno de amplio espectro por el perfume para la casa. Mi elección es uno con detergente y lejía con aroma de limón. Con un chorrito pequeño en el cubo de fregar sirve de fregasuelos para toda la casa, además de para limpiar el baño. De todos modos, si es sólo jabón, se puede usar junto a un chorro de lejía para el baño y otras zonas de la casa, o con amoniaco para la cocina, ya que suele caer grasa en el suelo.

Coste: medio.

Salfumant:

Es un producto corrosivo cuya necesidad no aparece habitualmente. A mí la necesidad me la creó la guarra de la Toñi, pero no es un producto de fondo de armario. Llega a limpiar manchas de cemento en baldosas porosas... Pero hay que ser muy cauteloso, ya que es muy fuerte. Yo lo usé para desincrustar esa famosa costra negra que se hace bajo el agua del inodoro, que no se va ni con lejía, ni rascando con la escobilla ni absolutamente de ninguna manera. La metodología de uso es echar la botella entera en el inodoro apartando nariz y ojos del humo que empieza a desprender enseguida, cerrar el váter y salir echando mistos del baño. Volver en unos veinte minutos y el salfumant habrá desintegrado prácticamente todo, se le puede dar con la escobilla por cerciorarnos. Y ¡¡tachán!! váter blanco. Al salfumant hay que hacerle un soneto porque podría limpiar el baño más sucio de Escocia (igual es Escocía por el tema de la higiene y tal) que sale en Trainspotting.

Ah, y no lo uséis nunca sobre grifos o superficies esmaltadas... alguien lo hizo aquí y tengo un fregadero parcheado en negro.

Coste: muy barato.

Antical:

Si la zona en la que vivís tiene el agua muy calcárea, como pasa aquí, no tendréis más remedio que usar antical de cuando en cuando. Sobre todo porque los residuos de cal vuelven opacas las superficies y hacen que la porquería y las sustancias con color se adhieran más a ellos. El ahorro consiste en no fregar con ellos (ni limpia ni desinfecta... solo quita la cal), sino usarlo impregnando la balleta en las zonas en que la cal se deposita más, como bordes de grifos, baldosas de la ducha, bañera... etc.

Coste: caro.

A mí aún me queda bastante de la primera remesa de limpieza, y teniendo en cuenta toda la mierda que he quitado os aseguro que cunden mucho. Así que, olvidaos de ese montón de productos específicos y pensar qué os hace falta: ¿desinfectar, desengrasar, desincrustar? y volved a los clásicos, la lejía, el amoniaco y el salfumant, que las madres siempre han tenido la casa estupendamente con ellos.

P.D. La supervisión de Prevención de Riesgos Laborales no me deja terminar este post sin advertir: ¡¡¡NUNCA LOS MEZCLÉIS!!! Ni lejía con amoniaco, ni antical con ambos, y el salfumant ni te cuento. O la liaréis parda...

domingo, 12 de octubre de 2008

Guapa por cuatro duros (de los de antes)

Que haya crisis no significa que puedas ir hecha un gremlin. Desde aquí, nuestra humilde aportación a los cuidados de belleza por cuatro durines de los de antes. Porque aunque las bolsas sigan cayendo en picado, aún necesitamos vernos estupendas (y sí, aun cabe la esperanza de enganchar a un millonario ruso, que esos tienen muchos rublos y están que lo tiran).



1. Depilación.

Dile adios a tu depiladora y hola a los desastres de estecicién caseros. Vale, tu depiladora es estupenda, rápida, eficiente, te escucha mientras te arranca las ingles y te deja guapa, guapa... Pero es muy cara. En mi caso eran 30 euros cada tres semanas pero algunas necesitan visitarla cada quince días (en función de tu vida sexual, claro, que si eres de las que están solteras es im-pres-cin-di-ble ir siempre im-pe-ca-ble porque nunca sabes cuando puedes pillar cacho).


Hagamos cuentas.


Depilación profesional: 30 euros.


Bandas depilatorias de cera fría para arrancarte la piel a tiras en casa: 3,65 euros.


Bandas depiltatorias de cera fría de la marca Carreful: 1,05 euros.


Maquinillas (lo siento, a veces las necesitamos en caso de urgencia): 1,11 euros


La elección está clara. Te ahorras 29 euros cada quince días, lo que vienen siendo 58 euros al mes.



2. Peluquería.

Yo le dije adios a mi peluquero también. De hecho, ahora me cambio de acera porque me mira con ojos tiernos desde su chachi-peluquería ambientada musicalmente con el último disco de Madonna. Es glamouroso pero pasar por sus tijeras me suponía 36 euros de corte de pelo y otros 36 por tinte (sí, tengo canas, muchas canas). EasyCut son franquicias que pegan muy fuerte gracias a sus precios inigualables. Por fin ir a la peluquería no te parecerá que te ha dado un subidón de litio y podrás pagar con monedas (sí parece increible visto como estaban las peluquerías últimamente). Eso sí, busca un EasyCut de confianza: el de al lado de mi casa tiene tanto éxito que estuve cuatro horas esperando a que me atendieran.



Corte pelo glamouroso + tinte que tapa los signos inequívocos de la madurez: 72 euros.

Y ahora, la versión peluqueril de Mortadela de Luxe:

Tinte L'Oreal Excellence: 8,60 euros
Corte de pelo en EasyCut: 6 euros (a los que hay que añadir otros 6 eruros por lavar y peinar). 12 euros.

3. Esteticién.

Dejarte mimar por una profesional te sale por unos 30 euros al mes. Hacerte la limpieza de cutis en casa, por 7 euros. Vale, no es lo mismo quedarte tumbada, calentita, mientras te ponen música relajante y te entra un buen rollo infinito, pero somos pobres, es lo que hay. Yo soy fan de Vitesse Professional y su kit de limpieza facial que te deja la cara resplandeciente, pero me paso un poco por el forro las recomendaciones de la caja, que dicen que te tienes que aplicar la limpieza cada semana, 2 veces. Yo suelo hacerlo una vez al mes y va que chuta.

Limpieza profesional: 30 euros.

Limpieza casera: 7,5 euros.

Recapitulando:

Esto es como bricomanía pero en plan belleza (por cierto, desde aquí lanzo un mensaje a los programadores, a ver si hacen un programita para hacernos los apaños caseros por cuatro duros). En total nos hemos ahorrado:

58 euros de depilación
52 euros de peluquería
23 euros de limpieza de cutis

En total: 133 euros

Una pasta y media!!!

Si alguna de vosotras tiene alguna idea más para seguir recortando gastos, que nos lo haga saber, plis!!

P.D. Por cierto, si quereis mandarnos aportaciones a Mortadela de Luxe, ya tenemos email: mortadeladeluxe@gmail.com

sábado, 27 de septiembre de 2008

Los beneficios del merchandaisin

Cuando el merchandaisin hace de las suyas, las grandes superficies invierten algo en ello. Por que es un reclamo chachi para mezclar con las marcas blancas. Por éso un gato se está volviendo adicta a darse un garbeíto de cuando en cuando por el Alcampo. ¿Por qué? Pues porque ha encontrado prendas guachinpein a precios estupendos.

Hace un par de meses se compró una camiseta con gorra de Supermán. Es de niño, sin mangas, pero mola mil.

Pero hoy se ha comprado... ¡¡¡Tachán!!! ¡¡¡un pijama de Eppídemman!!! Eppídemman siempre ha sido el superhérue favorito de un gato. Tiene unos movimientos tan chachis agarrándose a las paredes...!


Pues ha conseguido el pijama de manga larga y pantalón por el módico precio de 5,95 €.

Pero mirad,¡¡ si es que mola hasta la etiqueta!! Es la talla 16 años. Juas, en cada pata. Aunque cabría en una 14.

Y pensar que hace mil años no existían las camisetas de Eppídemman, que un gato quería comprarse una y no existían ni en Avanti... y entonces lo de internet ni de coña. Así que un gato agarró los acrílicos y se pintó una. Un momento. Creo que existen pruebas...


Ahá!! De cuando las fotos no eran digitales y no se podían ir a tomar por culo en un disco duro externo roto!!! ¡¡De las de papel de foto de toda la vida!!


Lo malo es que mamá de Chershire tenía la manía de lavar la ropa (con lo bonita que quedaba con sus manchas y sus muestras orgánicas de la edad...) y como era acrílico... la jodió.

Pues éso amigos, hay que pasearse por el textil de Alcampo; en la zona de niños puedes conseguir monerías y frikadas (y los niños de hoy son grandes, y la talla 16 admite a bastante gente adulta) . También hay prendas básicas de precios muy decentes. En mi trabajo, una camiseta in Extenso de 5 euros ha recibido el halago de "elegante". Todo es cuestión de combinar con gracia, mortadelos...

Repetid conmigo: cada día algo mejor, la vida en el campo.

martes, 23 de septiembre de 2008

Curso básico de supervivencia en mercados (II)

Lesson tú: Primera visita

Hola queridos mortadelos, en este capítulo vamos a establecer contacto con este territorio hostil. En las primeras visitas al mercado es VITAL recurrir al método de ensayo y error. Esto es que hay que probar el género de varios puestos, comparar precios...

Recuerda vestirte adecuadamente, según la aprendido en el capítulo 1 de este manual.

La técnica que vamos a practicar esta semana es "la empatía con tus nuevos amigos del mercado". Si el mercado es pequeño esta técnica funciona mejor y te sirve para relacionarte con otros seres humanos (oh, oh, y no están en interneeeeet, están en el mundo real).

En tus primeras visitas intenta enterarte del nombre de los vendedores de los puestos que más te motiven. Puedes empezar tu investigación situándote en la cola*, cerca de alguna señora mercadillera de pro. Si no sabes cómo reconocer al cliente habitual, pasa a la lesso uan.

Normalmente la mercadillera de pro sabe el nombre de su frutero, carnicero, pollero, pescadera y además las enfermedades de su suegra, pregunta por las notas de los niños y comenta la actualidad con sus proveedores de víveres y siempre pide "un descuentillo". No intentes esto todavía. Primero aprende sus nombres y cuando empiecen a reconocerte (lo sabrás), segura que se portan bien contigo (y no te ponen los malacatones picaos), son enrollaos.

Para afianzar conceptos, practicaremos en nuestro mercado favorito la técnica empática.

*La cola en el mercado NO es una fila india. Es una pelotera perfectamente organizada. La contraseña para entrar en tan arcana cola es "¿Quién da la vez?" o en otros mercados "¿El último?" Otra pregunta para establecer contacto es ¿va por números?, aunque, según apuntan estudios recientes, no es recomendable, ya que demuestra ignorancia del entorno y quizá una miopía galopante, alejándote de las ofertas.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Blog de altos vuelos

Un gato fue a Graná en avión, y en un tebeo que había en el asiento delantero se encontró con ésto:


En efecto, es un fan nuestro. Este señor ya lee Mortadela de Luxe y se sabe apretar el cinturón. ¿Y tú?

domingo, 31 de agosto de 2008

El amor de los otros

¿Sufres con las promesas de amor ajenas? ¿Te dan ganas de contestar a esa cursi invitación - cuya mejor utilidad descubierta hasta el momento ha sido ser diseccionada por partes para hacer de boquilla en los cigarrillos de tabaco de liar-, diciendo que el amor es una mierda y citando la tasa de divorcios española? Cada vez que un hermano, primo, amigo o especimen de difícil categorización decide invitarnos a su boda... nos hace una buena faena.
Pero lo prometido es deuda, y aquí está mi aportación al espíritu mortadelil con:

Especial Bodas


Para el traje tenemos tres opciones:

- Amiga con tu misma talla (complicado si se tiene un culo con personalidad).

- Tiendas Outlet.

- Tiendas Outlet de rebajas.

El gato ha escogido esta ultima opción y se ha ido a Festival Tarc para darse una vueltita. Para los zapatos tenemos sólo dos opciones:

- Tiendas Outlet,

- Tiendas Outlet de rebajas.

El gato ha vuelto a escoger la segunda opción. Para el bolso y los complementos necesitaremos acudir a la asociación "Amigas solidarias", que se puede reemplazar por "Madres, hermanas, cuñadas o abuelas" si se reside en el mismo lugar que las susodichas. Siempre van a tener un bolso, un collar o unos pendientes con los que hacerte quedar como una reina.

Ahora, entremos en materia:

Hay un espíritu que no se puede perder durante nuestras incursiones en el mercado outlet. Repetid mentalmente, como un tantra, cada vez que leais un precio en una etiqueta: "más, más barato, todavía más". Ésta, queridos, es la clave del éxito. ¿Qué te pruebas un traje de Pedro del Hierro por 90 euros, y te queda como un guante, pero aún te falta un corpiño con el que combinarlo? ¿Que tienes en las manos unos zapatos por 35 euros con un precio original de 130€? ¡¡Más, más barato!! Y si no se encuentra nada un día, no importa. Ya volveréis otra vez. El secreto es la firmeza y la perseverancia. Un gato atestigua se compró dos pares de zapatos en Mascaró por 25 €. Los caros son los que aparecen en este post.

Y ahora pasamos a la demostración práctica:


Ya sé que lo de los zapatos es demasiado... pero a las pruebas me remito:


Tiene heridas de guerra. Cada pegatina (están señaladas con punto rojo) se corresponde con una rebaja en la que quedaron sin vender. Admito que tener un 40 de haba puede ayudar bastante, pero hacedme caso, siempre podéis batir vuestro propio record.

- Jopeta, es que tienen el tacón muy alto, y son incómodos...

¡¡Cago en to lo que se menea!! ¡¡Todos los zapatos de fiesta del mundo hacen callos!! ¡¡Para presumir hay que sufrir!! Si te hacen daño, dómalos en casa, usándolos con calcetines como muestra la imagen:




No hay que olvidar jurar sobre la tumba de Lenin cuidar el objeto que quiera que te hayan prestado. Cualquier bolso o joya o abalorio está fabricado para quedar bien como si fuese tuyo (nunca confeséis la cruel verdad A NADIE: "¿De mi tía? No, es que fuimos a la misma tienda cuando ella estuvo de viaje en Turquía y nos lo compramos igual").

Agradecimiento especial en la inauguración de la sección Mortadela Glam a Nanür Dominatrix, que es experta en moda de las de verdad y además de asesorarme me ha ayudado con el reportaje gráfico. Aunque la haya poseído un fotógrafo cabrón "¡¡Muévete, no me lo estás dando todo, he dicho que te tires en la cama y te rías, ríete, ríete zorra!! ¡¡ te duele la barriga de reírte, venga, perra, dámelo todo, HE DICHO QUE TE RÍAS!!!".
Que sepáis que las supermodelos lo pasan fatal. Pero, osea... fatal.

jueves, 21 de agosto de 2008

Curso básico de supervivencia en el mercado por fascículos

En mercados y mercadillos se entrena el verdadero poseedor del espíritu Mortadela, ése que te lleva a rastrear las mejores ofertas en encurtidos y salazones, que te inspira para ponerte ropa de hace doce temporadas mientras aseguras sin que te tiemble el labio que es una pieza vintage. Sí amigos, el mercado es una jungla inhóspita y cruel con aquellos que no conocen su código.

En unas sencillas y divertidas lecciones llenas de ejemplos prácticos, intentaremos ilustraros en el arte del mercadeo.

Lesson uan: pre-paración

Un grave error de principiante es pensar que se puede ir al mercado o mercadillo sin conocer unos conceptos básicos de supervivencia. En primer lugar y siguiendo la terminología científica normalizada distinguiremos entre mercado y mercadillo (o mercaíllo, según la demarcación geográfica)

Mercado: Es un edificio que normalmente luce un cartelón con la palabra "mercado" o "mercado de abastos". Dentro hay muchos puestos organizados por tipos de productos (las carnicerías con las carnicerías, las verdulerías con las verdulerías...) y que están regentados por unos señores y señoras que distinguen en pocas milésimas de segundo si quien les llega a comprar es un pringao o no. De tu habilidad depende que te claven o te den bosta o por el contrario triunfes en tu ahorro.

Mercadillo (o Mercaíllo o Marcha Verde si eres de Graná): Tiene un concepto muy parecido con los mismos señores y señoras sagaces en los puestecillos y en este caso al aire libre. Además tienen una amplia sección de moda muy aprovechable si se sabe rebuscar.

A saber estas dos opciones son el Corte Galés de los que comemos mortadela y toda clase de embutidos rosas (todos sabemos ya, a estas alturas de supervivencia que los embutidos rojos son más caros que los rosas).

Una vez familiarizados con estos términos, podemos pasar a prepararnos para ir al mercado.

Para pasar desapercibido entre los iniciados tenemos que cuidar nuestra apariencia. Pero ¡ojo! no hay que confiarse, por muy buen camuflaje que una pueda conseguir con la ropa si abres la boca y la cagas ¡la habrás cagado!

Lo más importante es dejar de lado todas las lecciones de moda que conozcas. Es importante que combines sabiamente tu ropa para que nada combine (o combine en exceso). Muy venerada es la combinación rayas-lunares o la de flores-cuadros. Busca complementos como coleteros de pelo sintético que semejan un moñete o pendientes colganderos imitación de los osos de Tous, que causan sensación entre las iniciadas.

Otra importante y dura enseñanza es aprender a salir de casa SÓLO con la cartera. Puede ser grande y debe llevarse siempre bajo el sobaco. Es importante ponerla bajo el sobaco y no bajo la axila, ya que entonces te delatarías.

Si tienes un carro Rolser, tu caracterización será tan buena como las de Lon Chaney

Como tarea para esta semana, practicad frente al espejo varios conjuntos mercadillo´s style.

Hasta la próxima lesson mortadelos¡

lunes, 11 de agosto de 2008

Cocina para que puedas seguir invitando a tus amigos a cenar

La Preysler y sus Ferreroroché no son nada al lado de tu salero para organizar las mejores cenas del mundo, pero desde que la crisis ha llegado no te atreves a organizar una cena.

Una cena = bolsillo pelado

Si te sientes identificado con estas palabras ¡no te preocupes! tenemos un plato barato, barato (en versión vagos y cocinillas), somos así de apañadas.

Esta receta es de Abuela, es fácil pero necesita tiempo, garantizo éxito y por cierto no garantizo que la versión vagos salga igual de buena

Empanada de sardinas de Abuela (versión cocinillas)

Necesitamos

Para la masa

Harina: y mucha, no cometas el error de tener medio paquetillo de harina revenía y ponerte con la empanada. Si no sabes lo que es la harina, ve a la versión vagos.

Huevos: tres

Aceite: un vaso

Agua: un vaso

Vino blanco: otro vaso

Un sobre de levadura: lo que Abuela llama misteriosamente "un sobre de Royal"

Sal

Una puntita de pimentón

Un rodillo: si no tienes rodillo sirve una botella de cristal (limpia)

Una mesa o encimera: lo más grande que puedas

Más harina

Un horno

Para el relleno

Sardinas frescas: Son baratas y están buenas (y al horno no impregnan todo tu barrio con su olor)

Cebollas: dos

Tomates: hay que pelarlos, aunque también puedes usar una lata de tomate triturado. Se pelan fácil si le haces un pequeño corte en forma de cruz y los escaldas en agua hirviendo.

Sal y azúcar

Por cierto, el sofrito es personal e intransferible, es decir que puedes hacerlo al gusto, añadir pimiento verde, puerro...

Empezamos


Ahora viene lo más divertido...

LA MASAAAAA

Para preparar la masa vamos a hacer un volcán con harina. No uses toda la harina porque te va a hacer falta más adelante y porque saldría mucha masa

Dentro del volcán volcamos dos de los huevos, el aceite y el vino, echamos poco a poco el agua y ¡ale! a pringarse. Se trata de conseguir una masa compacta así que esta receta te ayudará a fortalecer los bíceps sin necesidad de gimnasios. Si la masa se queda muy pringosa hace falta más harina y la mesa donde amases también tiene que estar pringada de harina para que la masa no se pegue

Cuando la masa empiece a cojer consistencia le añades la sal y el pimentón que le da un color chulo.

Cuando tengamos una masa compacta la tapamos con un trapito y la dejamos reposar mientras preparamos ¡EL RELLENO!

En este momento precalentamos el horno

Lo más importante (y coñazo) es limpiar muy bien las sardinas, quitarle las escamas y las espinas y quedarse sólo con los lomos limpitos.

Pelamos y cortamos las cebollas y también los tomates

En una sartén con aceite de oliva calentito pochamos la cebolla. Cuando esté un poco dorada le añadimos el tomate, sal y un par de cucharadas de azúcar. El tomate salta con alegría, mancha y quema mucho, así que tapa la sartén (no digas que no lo he advertido)

Cuando el sofrito esté terminado, vamos a extender la masa con un rodillo. La mesa debe estar pringada de harina, la estiramos y cuando tenga el grosor que nos guste reservamos un trozo pequeño y la dividimos por la mitad y enrollamos una mitad con cuidado en el rodillo.

Espolvoreamos una bandeja de horno con un poco de harina para que no se pegue la empanada. Con cuidado desenrollamos el trozo de masa en la bandeja del horno. Encima de la masa disponemos una capa de sofrito, después los lomos de sardina y por último el resto del sofrito.

Enrollamos la otra mitad de la masa en el rodillo y tapamos la empanada, con cuidado de cerrarla bien.

Con la masa que habíamos reservado nos ponemos creativos y adornamos la empanada haciendo figuritas con la masa, por último pinchamos la empanada por varios sitios con un tenedor para que la masa no suba demasiado y parezca un suflé.

Para que la empanada brille, la pintamos con la yema del huevo que teníamos por ahí reservado

La metemos al horno a 180 grados hasta que esté bien doradita y te has marcado una receta de escándalo para invitar a mucha gente por muy poca pela.

VERSIÓN VAGOS

La versión vagos es muuuy fácil

necesitas

Un paquete de masa de hojaldre estirado que encontrarás en la sección de congelados de tu súper más querido

Varias latas de sardinas de varios tipos (en aceite, en escabeche, con tomate)

Dos latas de atún o melva

Un bote de salsa de tomate o de sofrito ya hecho

Dos huevos

Lo primero es poner a descongelar la masa. Es mejor hacerlo a temperatura ambiente y tarda una hora (según el caló que haga puede ser muuucho menos).

Precalientas el horno

Vamos a poner a cocer dos huevos. Sabrás que están hechos porque tardan 12 minutos en cocerse desde que el agua empieza a hervir.

Cuando tengas la masa lista la estiras sobre una bandeja de horno con la base untada de aceite

Abres el sofrito y pones la mitas encima del primer trozo de masa

Abres las latas se sardinas y atún, les escurres el aceite y las colocas en la empanada.

Terminas de echarle el sofrito

Picas los huevos y los añades

Cierras la empanada con el otro trozo de hojaldre y pinchas la empanada con un tenedor para que la masa no suba mucho

Metes tu empanada para vagos en el horno y la dejas hasta que esté doradita

Que aproveche

martes, 29 de julio de 2008

Una miaja de macroeconomía

Para entender un poco qué está pasando y porque hemos pasado del jabugo a la mortadela, vamos a hacer repasar la historia de la economía.

Hoy, chiquitines, recordaremos que es La Gran Depresión (gracias, Wikipedia!):

Los años 20 fueron en Estados Unidos de crecimiento económico y aumento de la productividad. Lo más significativo es que las ganancias de la productividad fueron a parar al beneficio empresarial (dividendos). El desplome del precio de las acciones fue extraordinariamente intenso, alcanzando tintes dramáticos. Gran número de inversionistas vieron cómo su dinero, en muchos casos tomado a crédito, se volatilizaba en cuestión de días. El 'crash' bursátil motivó una reacción en cadena en el sistema financiero, con numerosos bancos que empezaron a tener problemas de solvencia y de liquidez al acentuarse la desconfianza en su capacidad de rembolsar a los depositantes.


Vale. Ahora estamos en 2008. Coged ahora la definición wiki y donde pone acciones, cambiadlo por pisos (o ladrillos, o inversiones inmobiliarias). Hay, un momento! ¿No se parece un poco a lo que está pasando ahora mismo? Aún no sé cual es el detonante del crack, ni si quiera si ha sonado. Pero sí sé que hay problemas de liquidez (y si no, id a pedir un crédito o una hipoteca) y los bancos y cajas ya no se fian ni un pelo de nadie. O lo que es peor, no prestan a nadie porque no tienen ni un duro.

Los más optimistas afirman que todo este embrollo se recuperará a partir de 2009. Preguntaos cuantas crisis-recesiones han durado sólo un año. Los más agoreros hablan de hasta el 2015. Solbes (que es un señor que siempre lleva en la mano una cartera donde pone Ministerio de Economía), por el momento, ha dicho más o menos: "Lo importante no son los aumentos de sueldo sino conservar el trabajo".

Lo que viene siendo que ni soñar con sobrepasar el umbral del mileurismo. Que bastante que aún tenemos con conservar nuestro escritorio y las contraseñas del ordenata del curro.

Agradecería que se pasara por aquí nuestro amigo Xau y nos iluminara con un poco de teoría de la economía Nivel Lelos, pero me da a mí que los tiempos del Moet Chandon y las vacaciones en Ibiza disfrazado de hippy-pijo se han acabado.

domingo, 27 de julio de 2008

Fideuá cutre

Recuerdo llegar a mi casa y entrar con la cartera sin quitar en la cocina.

- Mamá, ¿Qué hay de comer?

- Arró de fantassía - y mi medre se reía.

Es que los de Chershire somos muchos. Podía ser la primera o la décima que preguntaba lo que había de comer. Yo pensaba que mi medre me tomaba el pelo por éso, porque estaba harta de contestarnos a todos.

Pero no era por éso. Es que mi madre se las vió y deseó para alimentarnos y vestirnos a todos, así que nos daba de comer echándole mucho amor a la comida. Que lo de echarle carne estaba más jodido. Así que comimos muchos garbanzos, lentejas, arroces amarillos y todo género que tuviera la virtud de "estirar" bastante. Y estamos muy fuertes y sanos (lo de las cabezas no cuenta).

Esta no es una receta de mi medre. Pero se le parece en la esencia.

Para tres o cuatro personas se necesita:

- Cebolla, ajo y tomate para el sofrito. Media cebolla, un diente de ajo (dos si son chiquitillos) y un tomate hermoso (o media lata de tomate natural troceado).

- Un poco de revuelto congelado de "Gambas, ajetes y trigueros" (qué gran descubrimiento, tú). Recomiendo probarlo, sobre todo los trigueros. El de alcampo suele tener los espárragos duros y tardan mucho en cocer, pero el de mercadona está muy bien.

- Judías verdes congeladas, si quieres la fideuá más fresca. Pimiento rojo, fresco o en lata. También es opcional.

- Una lata de almejas al natural.

- Aceite de oliva (sagrao).

- Un sobre de paellero "Carmencita".

- Amor y una pizca de sal.

Er sofrito: ese gran inicio que merece un post en sí.

Busca un recipiente más o menos plano: sartén grande o incluso olla de barro (alerta con el cálculo de temperatura en el segundo caso: el barro guarda el calor y una vez bajas o quitas el fuego tarda en enfriarse más. Si estás quemando algo en olla de barro, o añades algo frío y remueves rápido... o lo terminas de quemar tranquilamente).

Trocea la cebolla y el ajo bien menudito y ponlo a pochar en algo menos de medio dedo de aceite. El fuego ha de ser suficientemente lento para que no se tuesten los ajos ni la cebolla, amargando el sofrito. Después de que la cebolla esté transparente, se añade el tomate troceado o la media lata. Ahí hay que subir el fuego, para que sofría (y no recueza, que no es lo mismo). Para éso el aceite ha de ser suficiente, si no el agua del tomate gana al aceite y la fritura se convierte en cocción. Y el sabor de todo el plato cambia, palabrita del niño jesús.

Al tomate se le puede añadir la sal entonces. Remover frecuentemente con la cuchara de palo, para que no se pegue en la base. Pruébalo: si los tomates eran muy muy ácidos puede hacer falta un poco de azúcar para contrarrestar. Según gusto, también se puede espolvorear un poco de hierbas provenzales. Si te gusta también puedes poner pimiento rojo troceado, fresco o de latita. Y si no te da miedo, atrévete con el punto "aloporpoco" de mi medre. Que es cuando el tomate se carameliza sin quemarse, y le da un puntazo. Pero es "a lo por poco no se me quema", así que cuidao.

La base tras el sofrito.

Lo que viene siendo la parte de echarle "el género". Aquí la gente con poder adquisitivo añade los centollos y las langostas, pero nosotros vamos a añadir dos puñados (o un plato hondo) de gambas, ajetes y trigueros. Para que sofrían. Y si queremos, otro puñado de judías verdes de las redonditas. Y a fuego medio y con la cuchara de palo, lo vamos removiendo para que sofría. Hay que jugar con el fuego según los congelados suelten más o menos agua... La idea es que siga sofriendo mejor que recociendo. Como la verdura suele tardar más, se pueden apartar las gambillas y dejarlas para echarlas lo último (si no, obtenemos lo que se conoce por microgambas, y no resaltan más que un fideo encima del tenedor). Cuando la verdura está sofrita se puede añadir la lata de almejas o berberechos con su jugo, directamente en la sartén. Y el sobre de paellero de "Carmencita", no necesariamente entero. Remueves el fondo un par de minutos y subiendo el fuego al máximo se puede añadir el agua, que cubra generosamente el contenido.

Er desenlace.

Cuando hierba un poco y el agua trabe con el fondo (que sea caldo y no agua caliente con cosas), probar y rectificar de sal. Entonces se pueden añadir las gambillas reservadas y la pasta de fideuá. El cálculo de pasta es de unos cien gramos por persona, pero depende de la marca de la pasta, del agua, del cacharro... Yo prefiero usar la pasta gallo. La diferencia de precio es de céntimos, pero en la cocción cambia muchísimo (queda más al dente... otras pasan de duras a fofas en un momento y no toman el sabor del caldo igual). Yo el cálculo de la cantidad lo hago al echar la fideuá en el agua. Has de remover con el género, y una vez extendida en la sartén u olla, ha de quedar algo menos de medio dedo de caldo por encima. No obstante, lo suyo es probar la pasta cuando la veamos enblanquecer, como cocida, y cuando notemos el punto al dente (o un poco duro si es olla de barro) cortar el fuego. En cinco minutos de reposo se termina de hacer sin pasarse. Más vale comerlo enseguida y meloso, que esperar a que pierda el agua y comer un emplasto...

Este plato admite variantes sencillas: con arroz en lugar de fideuá, con un revuelto de sopa de marisco (de esas bandejitas que llevan calamares, cuatro almejas y gambas arroceras), con una lata de calamares en su tinta para hacer un arroz o fideuá negros... y el coste no sube de 4 o 5 euros por persona como mucho.

Hale, a la mesa. Que se enfría leches, y el Zagloso se enfada.

domingo, 20 de julio de 2008

Cine por la patilla


Tu reputación como cinéfilo se resiente. No tienes un triste euro y hace tiempo que te acostumbraste al sabor del chopped. De ir al cine ni hablamos y alquilar deuvedeses sigue costando dinero. Si tebajas pelis de la burra o similares tienes que dejar el ordenador encendido toda la noche y con la subida de la luz es casi un suicidio financiero. La solución a tus cuitas la tenemos aquí, en tu blog anti-crisis favorito....CHANÁN, CHANÁN...¡EL STREAMING!

Este palabro esconde un mundo de posibilidades. Podrás ver tus películas o series favoritas GRATIS, un concepto que intentamos fomentar en Mortadela de luxe. El ahorro es nuestra razón de ser

Para hacer tus primeros pinitos en el mundo del cine online lo primero que necesitas es un ordenador con conexión a Internet y lo que es más importante: el Firefox. Es un navegador parecido a Explorer pero más compatible con las páginas de cine online, em romano paladino esto significa que si ves las pelis desde Firefox no se colgarán y te evitarás el consabido ctrl + alt + supr.

Firefox es GRATIS y te lo puedes descargar aquí

El siguiente paso es buscar una página de cine online. Si pones en google "cine online" tendrás múltiples opciones, unas mejores y otras peores. En algunas tienes que registrarte y recibir publicidad en tu mail para poder ver las pelis (un rollo), otras que te acribillan con pop ups y porno-anuncios y otras para las que necesitas descargarte otros programas.

Tras un obsesivo análisis os recomendamos estas páginas

dospuntocerovision

Esta página es mi preferida, aunque no es la que tiene más enlaces. No tienes que registrarte, las pelis están ordenadas por categorías y es fácil buscarlas. Tienen de todo como en botica; enlaces a pelis buenas, malas y algunas frikadas como Ovejas Asesinas. También encontrarás reliquias de infancia como Laberinto, Los Gremlims y Los Cazafantasmas y pelis que nos gustan tanto como la trilogía de El Señor de los Anillos, las de Harry Potter, las de Tarantino ....

Ser libres

Este blog tiene MUCHOS enlaces a películas a tu disposición ordenados por meses pero tiene una pega pequeñita; tienes que bajarte el programa Veoh para verlas bien. Puedes conseguir Veoh, gratis, of course, aquí

Cinetube

En esta página tienes otro puñadito de enlaces a pelis, ordenados alfabéticamente y listas para su fagocitamiento.

Con lo que te ahorres en cine, videoclub, luz, transporte para ir al cine y al videoclub.... hasta podrás volver a probar el jamón (si, del de oferta y 100 gramos al mes, pero jamón es, ¿no?

Seguiremos velando por vuestros eurillos

miércoles, 16 de julio de 2008

Ya están aquí

¿Eres experto en llegar al límite de tu tarjeta antes de final de mes? ¿Te haces un peeling con tu propia ropa para ahorrar en suavizante? ¿Chupas huesos de aceituna para saltarte la cena? ¿Echas de menos a tu madre?

Pues has llegado al sitio adecuado. Cinco expertos en la materia se han reunido en este foro para compartir su sabiduría y buen hacer en tiempos de crisis económica. El Comando Mortadela con Aceitunas ha llegado y está dispuesto a hacerse oír. Y a demostrar que se pueden comprar dos pares de zapatos de marca con 25 euros , y hacer una fideuá con una lata de almejas y un sobre de paellero “carmencita, la buena cocinera”.

Porque hemos decidido que si tenemos que apretarnos el cinturón… queremos que nos quede bien.