Para entender un poco qué está pasando y porque hemos pasado del jabugo a la mortadela, vamos a hacer repasar la historia de la economía.
Hoy, chiquitines, recordaremos que es La Gran Depresión (gracias, Wikipedia!):
Los años 20 fueron en Estados Unidos de crecimiento económico y aumento de la productividad. Lo más significativo es que las ganancias de la productividad fueron a parar al beneficio empresarial (dividendos). El desplome del precio de las acciones fue extraordinariamente intenso, alcanzando tintes dramáticos. Gran número de inversionistas vieron cómo su dinero, en muchos casos tomado a crédito, se volatilizaba en cuestión de días. El 'crash' bursátil motivó una reacción en cadena en el sistema financiero, con numerosos bancos que empezaron a tener problemas de solvencia y de liquidez al acentuarse la desconfianza en su capacidad de rembolsar a los depositantes.
Vale. Ahora estamos en 2008. Coged ahora la definición wiki y donde pone acciones, cambiadlo por pisos (o ladrillos, o inversiones inmobiliarias). Hay, un momento! ¿No se parece un poco a lo que está pasando ahora mismo? Aún no sé cual es el detonante del crack, ni si quiera si ha sonado. Pero sí sé que hay problemas de liquidez (y si no, id a pedir un crédito o una hipoteca) y los bancos y cajas ya no se fian ni un pelo de nadie. O lo que es peor, no prestan a nadie porque no tienen ni un duro.
Los más optimistas afirman que todo este embrollo se recuperará a partir de 2009. Preguntaos cuantas crisis-recesiones han durado sólo un año. Los más agoreros hablan de hasta el 2015. Solbes (que es un señor que siempre lleva en la mano una cartera donde pone Ministerio de Economía), por el momento, ha dicho más o menos: "Lo importante no son los aumentos de sueldo sino conservar el trabajo".
Lo que viene siendo que ni soñar con sobrepasar el umbral del mileurismo. Que bastante que aún tenemos con conservar nuestro escritorio y las contraseñas del ordenata del curro.
Agradecería que se pasara por aquí nuestro amigo Xau y nos iluminara con un poco de teoría de la economía Nivel Lelos, pero me da a mí que los tiempos del Moet Chandon y las vacaciones en Ibiza disfrazado de hippy-pijo se han acabado.
martes, 29 de julio de 2008
domingo, 27 de julio de 2008
Fideuá cutre
Recuerdo llegar a mi casa y entrar con la cartera sin quitar en la cocina.
- Mamá, ¿Qué hay de comer?
- Arró de fantassía - y mi medre se reía.
Es que los de Chershire somos muchos. Podía ser la primera o la décima que preguntaba lo que había de comer. Yo pensaba que mi medre me tomaba el pelo por éso, porque estaba harta de contestarnos a todos.
Pero no era por éso. Es que mi madre se las vió y deseó para alimentarnos y vestirnos a todos, así que nos daba de comer echándole mucho amor a la comida. Que lo de echarle carne estaba más jodido. Así que comimos muchos garbanzos, lentejas, arroces amarillos y todo género que tuviera la virtud de "estirar" bastante. Y estamos muy fuertes y sanos (lo de las cabezas no cuenta).
Esta no es una receta de mi medre. Pero se le parece en la esencia.
Para tres o cuatro personas se necesita:
- Cebolla, ajo y tomate para el sofrito. Media cebolla, un diente de ajo (dos si son chiquitillos) y un tomate hermoso (o media lata de tomate natural troceado).
- Un poco de revuelto congelado de "Gambas, ajetes y trigueros" (qué gran descubrimiento, tú). Recomiendo probarlo, sobre todo los trigueros. El de alcampo suele tener los espárragos duros y tardan mucho en cocer, pero el de mercadona está muy bien.
- Judías verdes congeladas, si quieres la fideuá más fresca. Pimiento rojo, fresco o en lata. También es opcional.
- Una lata de almejas al natural.
- Aceite de oliva (sagrao).
- Un sobre de paellero "Carmencita".
- Amor y una pizca de sal.
Er sofrito: ese gran inicio que merece un post en sí.
Busca un recipiente más o menos plano: sartén grande o incluso olla de barro (alerta con el cálculo de temperatura en el segundo caso: el barro guarda el calor y una vez bajas o quitas el fuego tarda en enfriarse más. Si estás quemando algo en olla de barro, o añades algo frío y remueves rápido... o lo terminas de quemar tranquilamente).
Trocea la cebolla y el ajo bien menudito y ponlo a pochar en algo menos de medio dedo de aceite. El fuego ha de ser suficientemente lento para que no se tuesten los ajos ni la cebolla, amargando el sofrito. Después de que la cebolla esté transparente, se añade el tomate troceado o la media lata. Ahí hay que subir el fuego, para que sofría (y no recueza, que no es lo mismo). Para éso el aceite ha de ser suficiente, si no el agua del tomate gana al aceite y la fritura se convierte en cocción. Y el sabor de todo el plato cambia, palabrita del niño jesús.
Al tomate se le puede añadir la sal entonces. Remover frecuentemente con la cuchara de palo, para que no se pegue en la base. Pruébalo: si los tomates eran muy muy ácidos puede hacer falta un poco de azúcar para contrarrestar. Según gusto, también se puede espolvorear un poco de hierbas provenzales. Si te gusta también puedes poner pimiento rojo troceado, fresco o de latita. Y si no te da miedo, atrévete con el punto "aloporpoco" de mi medre. Que es cuando el tomate se carameliza sin quemarse, y le da un puntazo. Pero es "a lo por poco no se me quema", así que cuidao.
La base tras el sofrito.
Lo que viene siendo la parte de echarle "el género". Aquí la gente con poder adquisitivo añade los centollos y las langostas, pero nosotros vamos a añadir dos puñados (o un plato hondo) de gambas, ajetes y trigueros. Para que sofrían. Y si queremos, otro puñado de judías verdes de las redonditas. Y a fuego medio y con la cuchara de palo, lo vamos removiendo para que sofría. Hay que jugar con el fuego según los congelados suelten más o menos agua... La idea es que siga sofriendo mejor que recociendo. Como la verdura suele tardar más, se pueden apartar las gambillas y dejarlas para echarlas lo último (si no, obtenemos lo que se conoce por microgambas, y no resaltan más que un fideo encima del tenedor). Cuando la verdura está sofrita se puede añadir la lata de almejas o berberechos con su jugo, directamente en la sartén. Y el sobre de paellero de "Carmencita", no necesariamente entero. Remueves el fondo un par de minutos y subiendo el fuego al máximo se puede añadir el agua, que cubra generosamente el contenido.
Er desenlace.
Cuando hierba un poco y el agua trabe con el fondo (que sea caldo y no agua caliente con cosas), probar y rectificar de sal. Entonces se pueden añadir las gambillas reservadas y la pasta de fideuá. El cálculo de pasta es de unos cien gramos por persona, pero depende de la marca de la pasta, del agua, del cacharro... Yo prefiero usar la pasta gallo. La diferencia de precio es de céntimos, pero en la cocción cambia muchísimo (queda más al dente... otras pasan de duras a fofas en un momento y no toman el sabor del caldo igual). Yo el cálculo de la cantidad lo hago al echar la fideuá en el agua. Has de remover con el género, y una vez extendida en la sartén u olla, ha de quedar algo menos de medio dedo de caldo por encima. No obstante, lo suyo es probar la pasta cuando la veamos enblanquecer, como cocida, y cuando notemos el punto al dente (o un poco duro si es olla de barro) cortar el fuego. En cinco minutos de reposo se termina de hacer sin pasarse. Más vale comerlo enseguida y meloso, que esperar a que pierda el agua y comer un emplasto...
Este plato admite variantes sencillas: con arroz en lugar de fideuá, con un revuelto de sopa de marisco (de esas bandejitas que llevan calamares, cuatro almejas y gambas arroceras), con una lata de calamares en su tinta para hacer un arroz o fideuá negros... y el coste no sube de 4 o 5 euros por persona como mucho.
Hale, a la mesa. Que se enfría leches, y el Zagloso se enfada.
- Mamá, ¿Qué hay de comer?
- Arró de fantassía - y mi medre se reía.
Es que los de Chershire somos muchos. Podía ser la primera o la décima que preguntaba lo que había de comer. Yo pensaba que mi medre me tomaba el pelo por éso, porque estaba harta de contestarnos a todos.
Pero no era por éso. Es que mi madre se las vió y deseó para alimentarnos y vestirnos a todos, así que nos daba de comer echándole mucho amor a la comida. Que lo de echarle carne estaba más jodido. Así que comimos muchos garbanzos, lentejas, arroces amarillos y todo género que tuviera la virtud de "estirar" bastante. Y estamos muy fuertes y sanos (lo de las cabezas no cuenta).
Esta no es una receta de mi medre. Pero se le parece en la esencia.
Para tres o cuatro personas se necesita:
- Cebolla, ajo y tomate para el sofrito. Media cebolla, un diente de ajo (dos si son chiquitillos) y un tomate hermoso (o media lata de tomate natural troceado).
- Un poco de revuelto congelado de "Gambas, ajetes y trigueros" (qué gran descubrimiento, tú). Recomiendo probarlo, sobre todo los trigueros. El de alcampo suele tener los espárragos duros y tardan mucho en cocer, pero el de mercadona está muy bien.
- Judías verdes congeladas, si quieres la fideuá más fresca. Pimiento rojo, fresco o en lata. También es opcional.
- Una lata de almejas al natural.
- Aceite de oliva (sagrao).
- Un sobre de paellero "Carmencita".
- Amor y una pizca de sal.
Er sofrito: ese gran inicio que merece un post en sí.
Busca un recipiente más o menos plano: sartén grande o incluso olla de barro (alerta con el cálculo de temperatura en el segundo caso: el barro guarda el calor y una vez bajas o quitas el fuego tarda en enfriarse más. Si estás quemando algo en olla de barro, o añades algo frío y remueves rápido... o lo terminas de quemar tranquilamente).
Trocea la cebolla y el ajo bien menudito y ponlo a pochar en algo menos de medio dedo de aceite. El fuego ha de ser suficientemente lento para que no se tuesten los ajos ni la cebolla, amargando el sofrito. Después de que la cebolla esté transparente, se añade el tomate troceado o la media lata. Ahí hay que subir el fuego, para que sofría (y no recueza, que no es lo mismo). Para éso el aceite ha de ser suficiente, si no el agua del tomate gana al aceite y la fritura se convierte en cocción. Y el sabor de todo el plato cambia, palabrita del niño jesús.
Al tomate se le puede añadir la sal entonces. Remover frecuentemente con la cuchara de palo, para que no se pegue en la base. Pruébalo: si los tomates eran muy muy ácidos puede hacer falta un poco de azúcar para contrarrestar. Según gusto, también se puede espolvorear un poco de hierbas provenzales. Si te gusta también puedes poner pimiento rojo troceado, fresco o de latita. Y si no te da miedo, atrévete con el punto "aloporpoco" de mi medre. Que es cuando el tomate se carameliza sin quemarse, y le da un puntazo. Pero es "a lo por poco no se me quema", así que cuidao.
La base tras el sofrito.
Lo que viene siendo la parte de echarle "el género". Aquí la gente con poder adquisitivo añade los centollos y las langostas, pero nosotros vamos a añadir dos puñados (o un plato hondo) de gambas, ajetes y trigueros. Para que sofrían. Y si queremos, otro puñado de judías verdes de las redonditas. Y a fuego medio y con la cuchara de palo, lo vamos removiendo para que sofría. Hay que jugar con el fuego según los congelados suelten más o menos agua... La idea es que siga sofriendo mejor que recociendo. Como la verdura suele tardar más, se pueden apartar las gambillas y dejarlas para echarlas lo último (si no, obtenemos lo que se conoce por microgambas, y no resaltan más que un fideo encima del tenedor). Cuando la verdura está sofrita se puede añadir la lata de almejas o berberechos con su jugo, directamente en la sartén. Y el sobre de paellero de "Carmencita", no necesariamente entero. Remueves el fondo un par de minutos y subiendo el fuego al máximo se puede añadir el agua, que cubra generosamente el contenido.
Er desenlace.
Cuando hierba un poco y el agua trabe con el fondo (que sea caldo y no agua caliente con cosas), probar y rectificar de sal. Entonces se pueden añadir las gambillas reservadas y la pasta de fideuá. El cálculo de pasta es de unos cien gramos por persona, pero depende de la marca de la pasta, del agua, del cacharro... Yo prefiero usar la pasta gallo. La diferencia de precio es de céntimos, pero en la cocción cambia muchísimo (queda más al dente... otras pasan de duras a fofas en un momento y no toman el sabor del caldo igual). Yo el cálculo de la cantidad lo hago al echar la fideuá en el agua. Has de remover con el género, y una vez extendida en la sartén u olla, ha de quedar algo menos de medio dedo de caldo por encima. No obstante, lo suyo es probar la pasta cuando la veamos enblanquecer, como cocida, y cuando notemos el punto al dente (o un poco duro si es olla de barro) cortar el fuego. En cinco minutos de reposo se termina de hacer sin pasarse. Más vale comerlo enseguida y meloso, que esperar a que pierda el agua y comer un emplasto...
Este plato admite variantes sencillas: con arroz en lugar de fideuá, con un revuelto de sopa de marisco (de esas bandejitas que llevan calamares, cuatro almejas y gambas arroceras), con una lata de calamares en su tinta para hacer un arroz o fideuá negros... y el coste no sube de 4 o 5 euros por persona como mucho.
Hale, a la mesa. Que se enfría leches, y el Zagloso se enfada.
domingo, 20 de julio de 2008
Cine por la patilla
Tu reputación como cinéfilo se resiente. No tienes un triste euro y hace tiempo que te acostumbraste al sabor del chopped. De ir al cine ni hablamos y alquilar deuvedeses sigue costando dinero. Si tebajas pelis de la burra o similares tienes que dejar el ordenador encendido toda la noche y con la subida de la luz es casi un suicidio financiero. La solución a tus cuitas la tenemos aquí, en tu blog anti-crisis favorito....CHANÁN, CHANÁN...¡EL STREAMING!
Este palabro esconde un mundo de posibilidades. Podrás ver tus películas o series favoritas GRATIS, un concepto que intentamos fomentar en Mortadela de luxe. El ahorro es nuestra razón de ser
Para hacer tus primeros pinitos en el mundo del cine online lo primero que necesitas es un ordenador con conexión a Internet y lo que es más importante: el Firefox. Es un navegador parecido a Explorer pero más compatible con las páginas de cine online, em romano paladino esto significa que si ves las pelis desde Firefox no se colgarán y te evitarás el consabido ctrl + alt + supr.
Firefox es GRATIS y te lo puedes descargar aquí
El siguiente paso es buscar una página de cine online. Si pones en google "cine online" tendrás múltiples opciones, unas mejores y otras peores. En algunas tienes que registrarte y recibir publicidad en tu mail para poder ver las pelis (un rollo), otras que te acribillan con pop ups y porno-anuncios y otras para las que necesitas descargarte otros programas.
Tras un obsesivo análisis os recomendamos estas páginas
dospuntocerovision
Esta página es mi preferida, aunque no es la que tiene más enlaces. No tienes que registrarte, las pelis están ordenadas por categorías y es fácil buscarlas. Tienen de todo como en botica; enlaces a pelis buenas, malas y algunas frikadas como Ovejas Asesinas. También encontrarás reliquias de infancia como Laberinto, Los Gremlims y Los Cazafantasmas y pelis que nos gustan tanto como la trilogía de El Señor de los Anillos, las de Harry Potter, las de Tarantino ....
Ser libres
Este blog tiene MUCHOS enlaces a películas a tu disposición ordenados por meses pero tiene una pega pequeñita; tienes que bajarte el programa Veoh para verlas bien. Puedes conseguir Veoh, gratis, of course, aquí
Cinetube
En esta página tienes otro puñadito de enlaces a pelis, ordenados alfabéticamente y listas para su fagocitamiento.
Con lo que te ahorres en cine, videoclub, luz, transporte para ir al cine y al videoclub.... hasta podrás volver a probar el jamón (si, del de oferta y 100 gramos al mes, pero jamón es, ¿no?
Seguiremos velando por vuestros eurillos
miércoles, 16 de julio de 2008
Ya están aquí
¿Eres experto en llegar al límite de tu tarjeta antes de final de mes? ¿Te haces un peeling con tu propia ropa para ahorrar en suavizante? ¿Chupas huesos de aceituna para saltarte la cena? ¿Echas de menos a tu madre?
Pues has llegado al sitio adecuado. Cinco expertos en la materia se han reunido en este foro para compartir su sabiduría y buen hacer en tiempos de crisis económica. El Comando Mortadela con Aceitunas ha llegado y está dispuesto a hacerse oír. Y a demostrar que se pueden comprar dos pares de zapatos de marca con 25 euros , y hacer una fideuá con una lata de almejas y un sobre de paellero “carmencita, la buena cocinera”.
Porque hemos decidido que si tenemos que apretarnos el cinturón… queremos que nos quede bien.
Pues has llegado al sitio adecuado. Cinco expertos en la materia se han reunido en este foro para compartir su sabiduría y buen hacer en tiempos de crisis económica. El Comando Mortadela con Aceitunas ha llegado y está dispuesto a hacerse oír. Y a demostrar que se pueden comprar dos pares de zapatos de marca con 25 euros , y hacer una fideuá con una lata de almejas y un sobre de paellero “carmencita, la buena cocinera”.
Porque hemos decidido que si tenemos que apretarnos el cinturón… queremos que nos quede bien.
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